Crónica del sábado 6 de diciembre (parte I)

Con un espectáculo de pirotecnia en la fachada del Teatro Circo, dio comienzo la gala de clausura del festival. En el programa ponía que era piromusical, sin embargo lo único que se oían eran los petardazos y zambombazos de esos euros camuflados en pólvora que se desvanecían en el cielo de Orihuela y en nuestras retinas "como lágrimas en la lluvia".

Al contrario de lo que sucedió el año pasado, el Teatro Circo registraba una buena entrada, algo ha tenido que ver la actuación de Beatriz Luengo este año.
Presentada por Luis Larrodera y Maribel Cassany la gala transcurrió fluida y rápida, quizás demasiado, ya que sólo se proyectó el corto ganador del concurso: "Paseo" de Arturo Ruiz Serrano; a pesar de que en el programa rezaba: "Proyección de los cortometrajes galardonados". Solamente hay tres premios, por lo que no habría supuesto mucha demora en el transcurso de la gala, la proyección de éstos.
"Paseo"

Los otros dos premiados fueron "Porque hay cosas que nunca se olvidan" (2º premio) y "Niños que nunca existieron" (3º premio) del alicantino David Valero, que asistió personalmente a recoger su premio. Hubo además una mención de honor para el estupendo cortometraje "El escondite" de José Miguel Adamuz, todavía sigo sin entender por qué no estuvo en la sección a concurso este corto.

"Porque hay cosas que nunca se olvidan"

"Niños que nunca existieron"